Por Kenneth Koch (Cincinnati, Ohio, 1925). Poeta, ensayista y dramaturgo norteamericano vinculado a la llamada Escuela de New York.
La poesía suele ser considerada un misterio, y en algunos casos lo es. Nadie esta muy seguro de dónde viene la poesía, nadie está muy seguro de qué es exactamente, y nadie sabe verdaderamente cómo alguien es capaz de escribirla.
...Valery dijo que la poesía era un lenguaje aparte o, más específicamente, “un lenguaje dentro de un lenguaje”. En ese caso existiría el lenguaje común y, dentro de sus límites, de alguna manera existiría otro: “el lenguaje de la poesía”...
Según esta idea, un poeta puede describirse como alguien que escribe en el lenguaje de la poesía. Se requiere talento para hacerlo bien, pero hay cosas que pueden ayudar a que el talento aparezca y tenga un efecto: por ejemplo, uno tiene que aprender este lenguaje particular, cosa que se logra leyéndolo y escribiéndolo. El mismo lenguaje ayuda a explicar la inspiración que es, en cierto punto de su desarrollo, la aparición de alguna frase o expresión en lenguaje poético. Uno puede sentirse conmovido por el viento oeste, pero mientras no aparezcan palabras como “¡Oh! loco viento oeste”, la inspiración se encuentra aún en una fase temprana, preverbal.
Un poeta aprende el lenguaje de la poesía, trabaja en él, esta siempre inspirado por él. Es un lenguaje que da placer usar. No recuerdo claramente la época de mi niñez en la que hablar era una aventura, pero la he visto en los niños, y recuerdo el primer año que pasé en Francia, cuando hablar francés me producía la misma clase de nerviosa sensación de posibilidad, de ambición y de excitación que me ha provocado siempre escribir poesía.
Si tomamos en serio la idea de un lenguaje poético, podemos definirlo primero como un lenguaje en el que el sonido de las palabras adquiere tanta importancia como su significado, y tanta importancia como la que tiene la gramática y la sintaxis. En el lenguaje común, el sonido de una palabra es casi exclusivamente útil en cuanto sirve para identificarla y distinguirla de otras palabras. En la poesía, su importancia es mucho mayor. Los poetas piensan en cómo quieren que suene algo tanto como piensan lo que quieren decir, y en realidad con frecuencia es imposible distinguir una cosa de otra. Es una posición extraña desde la cual hablar, y no resulta sorprendente que en semejante lenguaje se digan cosas extrañas. La naturaleza del lenguaje puede ejemplificarse por medio de la manera en que una afirmación usualmente carente de sentido puede parecer, simplemente por obra de su música, una suerte de verdad, o al menos puede ser algo...y, en cierto modo, volverse memorable. Por ejemplo:
Uno más uno
Es
Pienso en ti
No, no - podría decir cualquiera -, uno más uno es dos”, pero eso es en el lenguaje convencional. En el otro lenguaje (el de la poesía) es cierto que
Uno más uno
Es
Pienso en ti
Hay significados de diferentes clases. “No sé si suicidarme o no” tiene un significado diferente a
Ser o no ser, esa es la cuestión
La repetición y la variación de sonidos, entre otras cosas, hace que la segunda versión sea meditativa, triste y memorable, en tanto que la primera carece de música que la mantenga a flote...
Aprender el lenguaje de la poesía podría describirse como la adquisición de una base poética. Una vez adquirida, lo que sigue es bueno: se puede leer mejor y, si uno es poeta, escribir mejor. La dificultad de aprenderlo puede parecer abrumadora. Es un lenguaje que ha existido durante cientos de años, ha sido usado por personas de gran inteligencia, y ha sido cambiado en cierta medida por cada una de ellas. Esta lleno de innovaciones, complejidades, podría llevar una vida para asimilarlo punto por punto de no ser por el afortunado hecho de que uno puede captarlo en su estado más actual, y por lo mismo más universal, leyendo la obra de los poetas que lo han usado en el pasado y las de los que lo usan ahora y que hicieron ese mismo ejercicio. Así, se lleva a cabo una transferencia: leyendo, un poeta joven puede poseer aquello cuyo desarrollo ha llevado cientos de años...
Los poetas pueden usar cosas que ellos no han inventado para poder inventar lo que quieren inventar. Los poetas “picotean” en otros poetas y usan lo que roban a su propia manera en sus propios poemas. Son capaces de seguir los pasos de sus antecesores, transformados en socios inconsultos, y transformarlos a su vez en otra cosa en un abrir y cerrar de ojos. Casi siempre este proceso ocurre más de una vez en la vida de un poeta, y a veces muchas veces.
Lo que en el lenguaje de la poesía es verdadero para un poeta equivale a lo que él o ella conoce de ese lenguaje en un momento dado. Al principio es probable que un poeta sea un imitador, un aspirante que balbucea, en el lenguaje de la poesía, el equivalente a ejercicio de gramática...
Al igual que otros lenguajes, el lenguaje poético puede empezarse a aprender por cualquier parte. Es posible estudiarlo de manera sistemática, o simplemente empezar leyéndolo. Es posible que con la lectura de poesía mejore su escritura y viceversa...
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